REGRESANDO
DE LOS BOSQUES
Regresando de los bosques asilados y
auxiliados
En
la frontera de la imaginación
E
impulsándote a la salida del espacio invernal
Donde
moran los confidentes de la incongruencia
Abrasando pliegos invertidos en la solapa
de la pubescencia
Aflorando
con desgracias de habitantes de una maldita raza
Dejando
en el asueto, posado el discernimiento austral
Abrigado
con el sudor de ser trampeado por las arrogancias
Apareciendo de las especies fundamentales de la destreza
Se
ahoga el río cuando llega al mar
Al
Este se vuelve a los orígenes
Al
Oeste nos resignamos con nuestro destino
Pirquineros azuzando sus hilos de metales
nobles
Avisando
la adquisición en la sutileza y en disimulo
Caen
dueños de si mismos culminando el ciclo
de nacer y morir
En
el vendaval de los cimientos ilustrados en la leyenda
Poblados de maderas que progresan de sus
raíces
Y
se amilanan al lado de cada tranco egoísta
Porque
el hacha venció encima de la corteza
Que
tumbó de tal forma que a veces fue inoportuna
Bosques
siniestrados, vestigios de la insolencia enajenada
Exponiendo
una acuarela carbonizada; desencajada
Regresando de los bosques hasta donde la
memoria no daña
Y
hasta donde el principio solo aturdió a la belleza
Balanceando
a cada especie que se alojó en sus ramas
Para
trinar sus propias existencias hacia sus últimos días
Mensajes que se forman en los árboles propietarios
de su tierra
En
los bosques de las palabras
Resonancias
de un bosque de nubes que rescinde en el mar
Confortándose
debajo de un baile cromado de sabias incansables
El árbol crece y oxigena templando el aire
de lo que estima
Inconceptúando
a los mentores; su arte de hacerse solo
En
las ciencias de las facultades
En
su acaecer sin vulnerar lo que está a su lado
El
invierno me hace pensar en lo que ha sido
El
verano me hace pensar en lo que será
Adjetivos
que convergen y se inclinan en la tilde de las cosechas
Colmándose
del pasar
Y
aseverándose en el lodazal
Hasta
alcanzar a las nubes que revisten su sombra
Entrando en los montes cetrinos a la orilla
del regreso
Penetrando
en el origen de un poema
Cediendo
sensaciones inscritas en el acopio de las fidelidades
En
las utopías del presente
E
invadiendo su semblanza
De las jerarquías del hombre atracado en su
riqueza
Se
desprende la vulgaridad que deja la estela sucumbida
Convertidas
en alergias
Pernoctando
sueños que aumentan sus desgracias en el aula del avaro
Desasiéndose
del bálsamo del bosque
Regresando
de la espesura barruntando señales inolvidables; desgranadas
Apaciguando
convulsiones que desviven, que cortejan y que ligan
Cuando
el silencio lúgubre desorienta y no permite ser dueños de si mismos
Si
advertimos el brillo del sol atenderemos la causa de aprensiones internas
A
que no hallan ramas que se rasguen por enfermedad
Ni
pájaros negros que son de envidia
Abogando con los pioneros del encanto en un
trazado momento
Bordeando
las orillas de los riachuelos vaporosos y su asolada espera
Cuando
la aurora admitió su último cuerpo en el follaje de las edades
En
el retorno de todos los suelos sorteados por el aire
Quedaremos en el bosque profundo de
nuestros destinos
Fomentando
tonos libres de la variedad que no ocultan el camino
Culminando
el regreso sobre el tramo del día.
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